martes, 9 de junio de 2015

Por fin - El Perito Moreno


Cuando decidimos un viaje normalmente nos cuesta decidirnos, muchos destinos en la lista de futuros y pocos en la de visitados, no ayuda. Pero en este caso, las fechas mandaban, un viaje en abril era casi perfecto para poder visitar la Patagonia, un destino deseado desde hacía mucho.

10 Abril de 2012 - Glaciar Perito Moreno - Argentina
Este día tocaba el Perito Moreno, quizás la masa de hielo mas famosa del mundo; bien sea por su belleza, por su magnitud o porque tiene un acceso relativamente fácil; lo cierto es que impresiona. Su visión se hace desde probablemente uno de los más espectaculares balcones que se han construido.
Llegamos desde el Calafate en autobús, en este caso se trataba de una excursión que incluía el viaje que habíamos contratado. No nos importó, puesto que se trataba del viaje de novios y no era viaje para ir sin programar, bastantes cosas ya se habían organizado por nuestra parte los días anteriores.
Lo primero que ves cuando abandonas el parking es la inmensidad del glaciar, a duras penas lo cubres con una mirada. El cuerpo te pide acercarte más, y entras en la estructura que se ha fabricado para su observación, un seguido de pasarelas, escaleras y balcones parcialmente cubiertos para disfrutar de la vista.

Vista del Glaciar Perito Moreno desde el mirador
Canon 5D + EF 24-70L f/2.8 USM

Detalle del Glaciar Perito Moreno desde el mirador
Canon 5D + EF 24-70L f/2.8 USM

¿Qué encuadre cojo para la foto? Cuando vas a un lugar de donde has visto tantas fotos es muy difícil buscar esa foto que diga algo mas, que cuente algo que las otras fotos pasan por alto o simplemente quieres hacer algo especial. El día desde luego no acompañaba, gris, cerrado, lluvioso, con ese chirimiri que te mete el agua en los ojos. Pero la ilusión puede con todo. Nos pusimos un chubasquero y como si fuéramos los primeros que llegaron al lugar nos pusimos a fotografiar la masa de hielo tan espectacular que allí teníamos.

Detalle del Glaciar Perito Moreno
Canon 5D + EF 24-70L f/2.8 USM

Al rato de estar fotografiando el glaciar, y de poder observar algunas roturas de hielo que forman un tremendo estruendo tuvimos que dejar las fotos para refugiarnos en el restaurante que hay en el mirador, el chirimiri pasó a mas y ya empezabamos a calarnos. En breve nos venían a recoger para la segunda parte de la excursión.

Vista lateral del Glaciar desde el acceso al muelle
Canon 5D + EF 24-70L f/2.8 USM

Con la ayuda de un barco recorrimos parte del lago que se forma a los pies del glaciar, algo realmente fascinante, si antes impresionaba, ahora desde abajo se ve majestuoso, además aquí el frío y la humedad se hacen más presentes.
El barco nos llevará después de un paseo a la otra orilla, al bosque que bordea el glaciar, desde donde vamos a iniciar una caminata para llegar al propio glaciar donde vamos a realizar uno de los paseos más bonitos que se pueden hacer sobre la misma masa de hielo. Los preparativos son comunes en estas actividades, calzarse crampones sobre las botas de montaña y en algunos casos, aquí no fue necesario, hacerse con un piolet.

Detalle del material necesario para el paseo por el Glaciar
Canon 5D + EF 24-70L f/2.8 USM

La sensación de paz que te transmite un glaciar desde lo alto de su estructura es difícil de explicar, un sentimiento de pureza y de grandiosidad, la emoción de saber que el hielo que pisas lleva miles de años formando parte de ese enorme glaciar.
Poco a poco fuimos desfilando por un camino que a menudo cambia su trayectoria, ya que éste como todos los glaciares está en constante movimiento, un paisaje efímero que constantemente se va transformando para dejar paso a otras formaciones y a otras capas de hielo cada vez mas antiguas.

Tramo del camino hacia lo alto del Glaciar
Canon 5D + EF 24-70L f/2.8 USM

El paseo es breve, no es fácil andar con los crampones, un pequeño paseo se convierte en un suplicio, por poco que la emoción te empuje, las piernas y los pies se resienten de la tensión que caminar por hielo te exige. Como anécdota la pequeña sorpresa que te espera al final del paseo, un autentico whisky con hielo de glaciar, que deja la calidad del licor en segundo plano evidentemente.
Desde lo alto del glaciar se pueden fotografiar paisajes 100% de hielo, aunque el día no acompañaba no me resistí a hacer alguna foto.

Detalle de un pico del Glaciar
Canon 5D + EF 24-70L f/2.8 USM

El día se completó con un magnifico asado que pudimos disfrutar mientras la tarde dejaba paso a la noche en la bonita villa del Calafate.



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